jueves, 11 de octubre de 2007

Amor amor

Ahh.. la vida. Tomé aire y boté un suspiro. Junté el par de monedas que aún quedaban en mi bolsillo, así mismo tomé el paquete de cigarrillos, el encendedor, las llaves y dejé un aviso. Con paso parsimonioso caminé hacia el almacén que quedaba dos calles más abajo y transité por la acera con el rostro elevado intentando no pestañar, o si no, se me caería el par de lágrimas escurridizas que de hace rato venían manipulándome con el cogote apretujado. Mojé los zapatos con una posa de barro y lluvia que estaba estancada desde la tarde anterior. Si, el cielo se nubló y rompió en llanto al igual que yo, cuando te oía horrorizada: “Talvez ya no te amo”. Dí un paso hacia atrás. ¿Me abrasaste por generosidad? ¿Besaste mis labios empapados en lágrimas por desolación? Ahh la vida… Tú, nosotros, y las inoportunas complicaciones. Te amo, aún te amo.
Con la voz sabor a angustia, pena, humo y tabaco pedí un par de leblones para volver a endulzar la vida, aunque me moje los zapatos
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1 comentario:

Anónimo dijo...

enamorada??? ..pero bueno a tdos nos pasa..mirar para adelante no mas eso es todo... y por supuesto con unos leblones q endulzan la vida